miércoles, 20 de enero de 2010

El dificil acceso a la educación para algunas culturas

1.1 Acceso a la educación postsecundaria para pueblos indígenas

Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo enfatiza la necesidad de disminuir los obstáculos al acceso a la educación postsecundaria y superior para estudiantes indígenas con el desarrollo de programas educativos que sean pertinentes tanto a las realidades culturales como laborales de las comunidades indígenas.

Teniendo en cuenta la gran diversidad de pueblos indígenas e idiomas en Ecuador, Colombia, Guatemala y Nicaragua, es lógico que se usen palabras como multiétnico, multilingual y pluri-cultural para describir sus composiciones nacionales.

Sin embargo, hace poco tiempo que se empezaron a reflejar las realidades culturales y étnicas de muchos países latinoamericanos en sus constituciones y en las políticas nacionales. Poco a poco se comenzaron a adoptar políticas públicas de educación intercultural bilingüe (EIB) en América Latina y El Caribe. En 2004, 18 países latinoamericanos contaron con programas de EIB.

-Barreras al acceso persisten a pesar del progreso

A pesar de estos avances, los pueblos indígenas siguen luchando contra modelos históricos de discriminación, desigualdad socioeconómica y marginalización, lo que plantea barreras significativas al acceso y a la permanencia en el sistema educativo, sobre todo en términos de la educación secundaria e universitaria.

Un estudio reciente del BID, "Acceso de los Pueblos Indígenas a la Educación Post-Secundaria Vocacional, Técnica y Superior", ha analizado la demanda y el acceso de pueblos indígenas a la educación postsecundaria vocacional y técnica en Ecuador, Colombia, Guatemala y Nicaragua, a través de trabajo de campo, entrevistas y grupos focales con estudiantes y organizaciones indígenas, ONGs, docentes, representantes de las comunidades empresariales y del gobierno y la gente mayor de las comunidades.

Según el estudio, la tasa de escolaridad para pueblos indígenas en Guatemala es la mitad de la tasa de la población no-indígena, (un promedio de 2.5 y 5.7 años respectivamente.) La tasa de escolaridad para la población indígena en Ecuador es parecida, 3 años, comparada con el promedio nacional de 7 años. Además, la tasa de analfabetismo, un 28 por ciento para los indígenas ecuatorianos, es mucha más alta que el 9 por ciento del promedio nacional.

Según el último censo ecuatoriano, el 31 por ciento de los estudiantes indígenas han terminado la primaria, en comparación con un 60 por ciento de afro-descendentes, un 68 por ciento de mestizos y un 80 por ciento de blancos. Esta brecha se agudiza en la educación secundaria, solo un 5 por ciento de la población indígena ha terminado la secundaria, en contraste con un 15 por ciento de afro-descendentes, un 22 por ciento de mestizos y un 35 por ciento de blancos.

La transición entre la primaria y la secundaria en Ecuador demuestra niveles de deserción muy altos para todos los grupos, una tendencia que se repite en toda América Latina, pero que es aguda en la población indígena.

El número de estudiantes indígenas en educación postsecundaria y superior es bajo debido, mayormente, a la pobreza, a la necesidad de trabajar, a la falta de escuelas postsecundarias y universidades en áreas rurales, y a escuelas primarias y secundarias de mal calidad. Este último factor deja los estudiantes mal preparados y poco motivados para seguir estudiando.

Además de estos obstáculos, la educación postsecundaria y superior carece de relevancia cultural para muchos estudiantes indígenas. A pesar de la redefinición de los sistemas educativos como intercultural-bilingüe, esta clasificación pertenece mayormente a las escuelas primarias y secundarias y no a las postsecundarias, técnicas o superiores. De hecho, no hay una política específica para la educación postsecundaria para los pueblos indígenas en ninguno de los países estudiados.

Adicionalmente, los estudiantes que vienen de la educación EIB a escuelas postsecundarias y superiores tradicionales, se enfrentan a un choque cultural. Muchos tienen que trasladarse a las ciudades donde están ubicadas las escuelas, lo que les obliga a separarse de sus comunidades disminuyendo así el nivel de apoyo recibido. Esta desconexión cultural es un factor en el alto nivel de deserción entre los estudiantes indígenas que comienzan la educación secundaria.

-Conexiones con el mercado laboral

Según el estudio, mientras la participación de comunidades indígenas en el mercado laboral ha aumentado en los últimos años, su presencia como profesionales y expertos todavía es muy limitada. Reflejando esta tendencia, los participantes del estudio enfatizaron la necesidad de mejorar el desarrollo profesional de los estudiantes indígenas en la educación postsecundaria para que puedan conseguir trabajos dignos en el mercado local y para que puedan contribuir al desarrollo social y económico local creando sus propios negocios, sirviendo en cargos oficiales, o trabajando en la provisión de servicios de salud y educación.

De hecho no es lo mismo educar a los estudiantes indígenas para que trabajen en zonas urbanas que educarles para que puedan trabajar a nivel local, en sus propias comunidades. El estudio concluye que es sumamente importante que los cursos ofrecidos se relacionen con las realidades locales. Ya que así, aunque los estudiantes tengan que estudiar fuera de sus comunidades, los que desean regresar pueden hacerlo con más eficiencia y con mayor impacto.

1.2 El acceso a la educación en Afganistán

En actualidad la educación de las mujeres en Afganistán está amenazada por los ultra-conservadores que se oponen a la modernidad, a los derechos de las mujeres y a la democratización. Estos grupos están atacando a las niñas que se atreven ir al colegio.

Las Naciones Unidas estima que el número de jóvenes que van a la escuela en Afganistán es de 6 millones, pero solamente el 35 por ciento de estos son niñas. La mitad de los jóvenes que tienen la oportunidad de ir a la escuela no cuentan con escuelas reales y van a clases en tiendas de campaña.

Las niñas que van caminando a la escuela o regresan de la escuela corren el riesgo de ser atacadas con ácido. Varios profesores han muerto y los padres que permiten que sus hijas vayan a la escuela han sido atacados también.

El 87 por ciento de mujeres afganas son analfabetas y solo el 30 por ciento de niñas tienen acceso a la educación. Un reclamo público por la educación de las mujeres es considerado un acto blasfemo.

Aquí os dejamos un video sobre la terrible situación en muchos países,en los cuales se explota a los niños:


No hay comentarios:

Publicar un comentario